Detrás de cada empleo verde hay alguien que ha enseñado las habilidades necesarias para desempeñarlo. En Uganda, esa persona suele ser un formador de formación profesional que trabaja con recursos limitados, poco apoyo y una enorme responsabilidad: preparar a la próxima generación para una economía en constante cambio impulsada por la sostenibilidad.
En el camino de Uganda hacia un crecimiento verde e inclusivo, hay una figura que destaca como pieza clave del cambio: el profesional de la educación y formación profesional. Mientras que la mayoría de los programas de desarrollo se centran en el alumnado, la infraestructura o el equipamiento, GreenVET4U cambia el enfoque: invierte en las personas que forman a otras.
Esto va más allá de un enfoque técnico. El proyecto reconoce que los formadores no son solo docentes; son multiplicadores de innovación, modelos a seguir en sus comunidades y motores del cambio sistémico dentro de las instituciones de formación profesional.
Por eso, GreenVET4U se centra en reforzar la capacidad de los centros de FP y de los formadores en empresas para diseñar, impartir y poner a prueba currículos en habilidades verdes que sean relevantes y resilientes. Los formadores adquirirán las herramientas necesarias para liderar la transición verde de Uganda desde dentro, especialmente en dos sectores donde este cambio es más urgente: el ecoturismo y la gestión de residuos.
Pero no se trata solo del currículo. Se trata de una nueva mentalidad.
El proyecto impulsa un cambio en la forma en que se percibe y se practica la formación profesional. Fomenta el pensamiento crítico, el emprendimiento verde, la competencia digital y el compromiso cívico, convirtiendo a los formadores tradicionales en facilitadores con visión de futuro para el desarrollo sostenible.
